Redacción Madrid. 21 de diciembre.

  Aprovechando la cercanía de la Navidad, el Papa Benedicto XVI llamó a los cristianos a fijarse en el milagro de la Virgen María, que mantuvo durante nueve meses en su seno virginal "el misterio de Dios que se hizo hombre".

   Durante su saludo a los peregrinos españoles, el Papa también pidió a los fieles que sigan a la Virgen María como intercesora en estos últimos días de preparación para la Navidad de modo que ella les permita alcanzar la gracia y estar correctamente dispuestos para recibir al Niño Dios.

   Durante el rezo, el Pontífice bendijo a los 49 nuevos sacerdotes de la Congregación de los Legionarios de Cristo que fueron ordenados ayer por el cardenal Angelo Sodano y entre los que hay seis españoles. Benedicto XVI les recordó el ejemplo del Apóstol San Pablo y les deseó que su ministerio esté siempre guiado por el amor de Cristo.

 Por otro lado, el Papa Benedicto XVI recordó hoy a sus antecesores en el cargo que fueron "devotos" de la astronomía, como Gregorio XIII o Pío X, y subrayó que esta ciencia señala los tiempos de oración a los cristianos, como el propio Ángelus, en cuyo rezo hizo hoy estas declaraciones.

   Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Pontífice saludó a los que participarán el próximo año en las actividades programadas para el Año Mundial de la Astronomía que conmemora el IV Centenario de las primeras observaciones telescópicas de Galileo Galilei.

   "Entre mis predecesores de venerada memoria ha habido devotos de esta ciencia, como Silvestre II, que la enseñó; Gregorio XIII, al que le debemos nuestro calendario; y San Pío X, que sabía construir relojes solares", señaló el Papa durante el tradicional rezo del Ángelus, que este domingo coincidió con el solsticio de invierno en este hemisferio.

   "Si los cielos, siguiendo las bellas palabras del salmista, narran la gloria de Dios, también  las leyes de la naturaleza, que en el curso de los siglos muchos hombres y mujeres de ciencia han hecho entender siempre mejor, son un gran estímulo para contemplar con gratitud las obras del Señor", mantuvo el Papa.

   En el mismo sentido, subrayó que el misterio de la salvación "tiene una dimensión cósmica" porque, según dijo, "Cristo es el sol de la gracia" que, "con su luz transfigura y enciende el universo".