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Marruecos, la vecindad de un aliado polémico

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José Luis Orella
La oleada masiva de emigrantes ilegales a Ceuta y Melilla, la compra masiva de nuevo armamento y la ampliación del control de las aguas territoriales a las propias del archipiélago canario evidencia un aumento de la tensión. Marruecos es un país, con el que a lo largo de la historia hemos tenido todo tipo de relaciones.  Los reinos anteriores al reino alauita de 1666, colaboraron con una España católica que las defendía del Imperio Turco. Sin embargo, en nuestro decadente siglo XIX, intentamos mantener nuestra identidad, convirtiéndonos en potencia colonizadora junto a Francia, ocupando las partes que los galos despreciaron como fue el norte rifeño, poblado por una población de espíritu rebelde. Cuando Marruecos se independizó en 1956, supo sacar fruto de su Tratado de Amistad con EEUU, firmado en 1777, que le convierte en uno de sus amigos más antiguos.  Desde entonces es un aliado importante de la primera potencia y goza de tratado de libre comercio, tanto con EEUU, como con la UE, gracias en este caso al apoyo francés.
Con respecto a su gobierno interno, se encuentra en pleno proceso de modernización. Desde las revueltas de la década de los ochenta, la presión política, y especialmente una sociedad joven, urbana y con ganas de participar, presionan en ir equiparándose con occidente, en su estilo de vida. Mohamed VI es un monarca constitucional, pero también es el supremo Guía de la Comunidad Islámica, y puede aludir a su autoridad espiritual para cerrar filas. Su apoyo social se encuentra en un mundo rural en franco retroceso. La corrupción administrativa, la extrema pobreza, más de un 11,3 % de los marroquíes se encuentran por debajo del umbral de la miseria, y un 50,2 % en su frontera, convierten al país en un polvorín social, cuya salida es abrir las fronteras hacia Europa. La continuada ayuda social que los islamistas hacen a favor de los pobres, ha convertido a su movimiento político en una fuerza determinante del panorama político futuro. En la actualidad es la segunda fuerza, y porque por petición del monarca alauí, no se presentó en todas las circunscripciones.
En su hoja de ruta, solo existen dos direcciones. Por un lado, un crecimiento económico compatible con los procesos de transformación social que vive el país, y que muestre al país musulmán, como un ejemplo de amistad con occidente. En este punto, el papel inversor de España es claro, y son muchas las empresas establecidas en el reino. Por otro lado, en caso de fracaso, la monarquía tendrá que hacer frente a una sociedad crítica, qué como la egipcia, dispone de un ala laica, y otra islámica, que pueden derribar el régimen, y comprometer la estabilidad de la región. Sobre este aspecto, a España le es vital la estabilidad de su vecino del sur. La suerte de nuestras ciudades Ceuta y Melilla y peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, dependen de ello. La cercana vecindad de Canarias, una región ya muy castigada, por el cierre pesquero marroquí a nuestra flota, la expulsión de los doce mil españoles, sin indemnización que vivían en el Sáhara, en su mayor parte canarios, y trabajadores en fosfatos, solo le hace falta la cercanía de una región inestable que ahuyente el turismo. Único recurso económico del archipiélago. La operación bien orquestada por las mafias en connivencia con sus ramales europeos camuflados de ongs, ha llevado a miles ilegales al archipiélago creando en pocos días un problema humano, como a Italia o Grecia.
A nivel peninsular, la vida marroquí tampoco nos puede ser ajena, cuando más de las tres cuartas partes de los casi, dos millones de musulmanes residentes en España, son marroquíes o españoles descendientes de una o dos generaciones. Especialmente Cataluña, es la región con mayor densidad de población magrebí. La escolaridad de su juventud, plantea un difícil problema cuando sus adolescentes varones no aceptan la autoridad de una profesora, teniendo en cuenta que el cuerpo docente es mayoritariamente femenino.
En cuanto al panorama estratégico, Marruecos es un fiel aliado militar de EEUU y de Francia, de cuyos arsenales es un buen cliente, especialmente de Boeing, Lockheed Martin, Raytheon, Orbital ATK, General Dynamics, McKinney, Chemring y Kaman Precision. Entre sus objetivosd que se van logrando: los tanques blindados Cougars 6x6, el sistema de misiles tierra-aire de largo alcance MIM-104 Patriot, 40 misiles aire-aire de alcance medio avanzado (AMRAAM), 24 helicópteros de ataque AH-64 Apache, 25 F- 16, la renovación de los anteriores y el anhelo de conseguir los F-35, para lo que necesita el permiso de Israel. La fuerte inversión en el programa de modernización del ejército real marroquí, lo convierte, junto a Egipto en los dos principales centuriones del continente africano. Marruecos es un colaborador habitual de las misiones de paz con los Estados Unidos. A nivel de inteligencia, colabora con España para evitar el aumento del yihadismo violento, pero entorpece todo lo que favorezca la conversión de nuestro país en una potencia regional.
El 23 de enero de 2020 la cámara baja del parlamento de Marruecos aprobó con la ley 38.17 la extensión de la reclamación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y de la plataforma continental. Una de las razones son las exploraciones marinas que empresas americanas desarrollan en busca de gas o del telurio, un semimineral semiconductor muy valorado por las empresas electrónicas, considerado por los Estados Unidos como un elemento crítico, cuyo control y explotación debe estar asegurado. El yacimiento Tropic se encuentra a unos 500 kilómetros al suroeste de la isla de El Hierro y aunque presenta problemas por su profundidad, los adelantos técnicos pueden favorecer un día su explotación.
El continuo crecimiento de sus fuerzas armadas, no debe ser olvidado por España, especialmente cuando sus reivindicaciones nacionalistas, les permiten eludir las reivindicaciones sociales de una población empobrecida. El apetito voraz no se aplacó con la entrega del protectorado, Sidi Ifni, la franja de Tarfalla, y finalmente el abandono del Sáhara, del cual seguimos siendo soberanos, según la ONU. Cuando sea necesario, nuestras ciudades de Ceuta y Melilla, y los peñones, junto a los islotes limítrofes, se ven reivindicados por un determinismo geográfico, ante la ausencia de las razones históricas. En el momento actual más del 40 % de los ilegales detectados en al alta mar y acogidos a la hospitalidad española son magrebíes, en su mayor parte adolescentes marroquíes carentes de estudios y trabajo, que se convierten en un problema español y dejan de serlo en el suyo.

 

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