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Editorial: "A por la Reina, pasando por el Opus"

Es graciosísimo comprobar a diario que algunos liberales famosos (liberales porque son famosos, no famosos por ser liberales) no hacen en su vida pública otra cosa que exigir a los demás que sean como ellos. Toda una apuesta por la libertad, desde luego.

A propósito de las afortunadísimas declaraciones realizadas por Su Majestad la Reina Doña Sofía en el libro escrito por Pilar Urbano, sólo faltaba que la periodista/autora se reconociera miembro del Opus Dei para que le haya caído encima el doble o el triple de críticas que hubiera recibido normalmente: que si es una indiscreta, que si vaya preguntas que hace, que siempre ha sido una medianía, que qué forma de comprometer a una reina...Un desastre.

Es decir, no sólo se dice públicamente que un monarca español debe estar tan callado como una bandera; no sólo se critica a una reina que es el primer ejemplo de discreción que a uno se le pasa por la cabeza cuando piensa en esa palabra; no sólo se pone verde a una periodista que se ha limitado a hacer su trabajo, que no es otro que preguntar y publicar. No se contentan con eso. También hay que subrayar que Pilar Urbano es del Opus Dei para meterlo todo en el mismo saco.

Como muy bien dijo ayer en su editorial de "El Espejo de la Iglesia" el Jefe de la Programación Socio-Religiosa de la Cadena Cope, Manuel María Bru (miembro del Consejo Asesor de Diario YA), "el Opus Dei es la Iglesia, y el prejuicio y la burla infame hacía el Opus Dei, es el prejuicio y la burla infame hacia la Iglesia". Y también: "Que utilizar la vinculación personal al Opus Dei de la entrevistadora para desprestigiar a ambos, la institución y la persona, es mezquino".

El Opus Dei, fundado por San José María Escrivá de Balaguer, es una organización hija de la Iglesia que se dedica a la noble tarea de luchar por un mundo en el que reine el amor al prójimo por encima del interés particular. Una idea demasiado revolucionaria para quienes de jóvenes corrían delante de los grises y de mayores corren detrás de Zapatero. A los católicos, por suerte, no nos hace falta repartir palos para encontrar nuestro sitio en este mundo.

Martes, 4 de Noviembre de 2008.

Etiquetas:editorial